Teoría Cartoon V 2.0

En el antiguo blog alguna vez les conté mi teoría cartoon (para los que no se enteraron: hablaba sobre los osos. El capitalismo te los vende como criaturas peludas y tiernas, cuando en verdad son unos animales ultra violentos y terroríficos. La teoría consiste en que las medusas serían los osos del siglo XXI. ¿Porqué? Pues porque Bob Esponja te las muestra como mariposas marinas, bellísimas, siendo en verdad tan peligrosas como los osos. ¡Encuentrate con una en la playa, ahí te quiero ver!).

Hace un rato veía el canal Boomerang y pensaba ¿Porqué son tan distorsionados los dibujos animados antiguos, en general?

En Tom y Jerry el gato es el malo, quiere asesinar al tierno ratoncito de la panza hinchada. Pero durante el transcurso del capítulo la cosa se vuelve cada vez más violenta; El cazador siempre termina siendo la presa.

Con el corre caminos ocurre lo mismo: el eterno coyote utilizando la “más alta tecnología” para comer a un pájaro que, apuesto, ni siquiera tiene mucha carne y proteínas.

¿Y Silvestre y Piolín? ¡Sin comentarios, pájaro del demonio!

Al final, todas estas series te invierten el punto de vista. Cuando creces, terminas estudiando animación gráfica o dibujo sólo para hacer una caricatura del coyote comiendo cazuela de correcaminos. Seamos honestos, todavía estamos esperando ese capítulo (de hecho, creo que algún ocioso de por ahí ya lo hizo).

¿Qué pretenden con esto? Me pasé la tremenda película: Los estadounidenses quieren convencerte de que los países tercermundistas a los que atacan en verdad no son tan débiles como pensamos: Miremos a Norteamérica como Tom y a Vietnam como Jerry. Simple, ¿no? “Vietnam merece que Norteamérica haga un sándwich con ellos”. Mmm… “victimizar” al victimario. (Igual los vietnamitas hicieron lo que quisieron en esa guerra).

¿Mucha pelá de cable? No lo creo, a más de alguno se le debe haber ocurrido algo así. De hecho, hay un libro de un autor chileno llamado Ariel Dorfman que habla sobre éste tema, pero aplicado a las caricaturas de Disney. "Para Entender Al Pato Donald" creo que es su nombre. Yo nunca pude leerlo, tengo entendido que es difícil de ubicar, pero quien tenga la oportunidad que lo haga. Vale más que la pena.

Ok, mejor cierro las transmisiones. Demasiado por hoy. Me voy a ver Los Simpson.