Por esas casualidades de la vida, han llegado a mis pequeños y atrofiados ojos algunos videos que deseo compartir con la comunidad:
1º MANHATTAN SUR
Esta joven banda de Rancagua nos demuestra que se puede hacer rock sin bajo, ya que lo podemos suplir con una guitarra sin distorsion, y que existen canciones en inglés con las clásicas palabras "washungüein" o "pipiriweinau". Luis Pinto siempre va más allá de nosotros.
Detalles a tomar en cuenta: Del 2º video, ojo con el min 01:44. Mi compadre se vuelve loco. Además, dicen que el batero vende cloro suelto. La raja. Pongale play:
primera parte "chicken distroi de metallica"
segunda parte "dipeiper"
2º HAY HELAOOOOOOOOOOO
Yo pensaba que el sorbete de limón era insuperable, que el chocolate era el mejor sabor de helado o que no había manera de arreglar el problema de la capa de ozono. Pues bien, me equivoqué:
¿Cuál es su favorito?
lunes, 18 de febrero de 2008
miércoles, 6 de febrero de 2008
se me perdió un viernes
El jueves 31 de enero yo estaba en Santiago. Me levanté a las 8 am para poder vocalizar desde las 10 de la mañana.
A las doce tenía que estar en el estudio de Mariano Pavez, grabando unas voces para una canción muy linda de Drakos.
A la una y media estaba almorzando con mi viejo.
A las tres tomé el metro y, media hora más tarde, estaba arriba del bus camino a Viña del Mar.
Llegué a las 6 a mi casa. Hice unos panes con queso para la banda, armé mi mochila con el vestuario para la noche y a las 7 íbamos todos los Lomofilia camino al Huevo para la prueba de sonido.
Llegamos y estaban las Moskita Muerta y las Sukuba. Faltaba Cronos. Las esperamos y no llegaban, así que hicimos el sorteo del orden de las bandas para la tocata sin ellas. Como no estaban, las dejaron en cuarto lugar. Sukuba quedó primero y Nosotros segundos. Por suerte, las chicas de Cronos llegaron a tiempo y todos alcanzamos a probar sonido.

Esa noche, la bodega del huevo se llenó. Quedamos súper felices con nuestra presentación. Estrenamos una canción nueva, estábamos demasiado ansiosos por hacerlo.
Después me subí a cantar "Dejame Salir" de Moskita Muerta junto a ellas y lo pasé la raja.
Apenas me baje del escenario, tuve que volver a mi casa junto al tecladista de la banda y su polola, ya que debíamos llevar de vuelta todas sus cosas (el teclado, el controlador midi, los dos atriles y el pc). Larry de Macrobia nos llevó en su auto, pero como estaba apuradísimo tuvimos que salir volando y no pude despedirme de la gente. De hecho, yo tenía los vales de bebidas de las Moskita Muerta y de tanto apuro me los llevé a casa. Me quería matar.
Llegamos a casa, comimos fideos y nos fuimos a dormir.
Después de todo ese jueves de locos, ni se imaginan lo que hice al día siguiente: NADA.
Lo juro. NADA.
Estábamos yo, mi hermano chico, el lomotecladista (Felipe) y su polola, la chica. Los cuatro nos despertamos a la hora de la coyoma.
Se suponía que haríamos un asado o algo, pero nadie apañó. Fue una mierda de día. Vimos tele, chateamos entre nosotros de pieza a pieza... ¡NADA LOCO, NADA!
Qué mierda. Verano culiao.
A las doce tenía que estar en el estudio de Mariano Pavez, grabando unas voces para una canción muy linda de Drakos.
A la una y media estaba almorzando con mi viejo.
A las tres tomé el metro y, media hora más tarde, estaba arriba del bus camino a Viña del Mar.
Llegué a las 6 a mi casa. Hice unos panes con queso para la banda, armé mi mochila con el vestuario para la noche y a las 7 íbamos todos los Lomofilia camino al Huevo para la prueba de sonido.
Llegamos y estaban las Moskita Muerta y las Sukuba. Faltaba Cronos. Las esperamos y no llegaban, así que hicimos el sorteo del orden de las bandas para la tocata sin ellas. Como no estaban, las dejaron en cuarto lugar. Sukuba quedó primero y Nosotros segundos. Por suerte, las chicas de Cronos llegaron a tiempo y todos alcanzamos a probar sonido.
Esa noche, la bodega del huevo se llenó. Quedamos súper felices con nuestra presentación. Estrenamos una canción nueva, estábamos demasiado ansiosos por hacerlo.
Después me subí a cantar "Dejame Salir" de Moskita Muerta junto a ellas y lo pasé la raja.
Apenas me baje del escenario, tuve que volver a mi casa junto al tecladista de la banda y su polola, ya que debíamos llevar de vuelta todas sus cosas (el teclado, el controlador midi, los dos atriles y el pc). Larry de Macrobia nos llevó en su auto, pero como estaba apuradísimo tuvimos que salir volando y no pude despedirme de la gente. De hecho, yo tenía los vales de bebidas de las Moskita Muerta y de tanto apuro me los llevé a casa. Me quería matar.
Llegamos a casa, comimos fideos y nos fuimos a dormir.
Después de todo ese jueves de locos, ni se imaginan lo que hice al día siguiente: NADA.
Lo juro. NADA.
Estábamos yo, mi hermano chico, el lomotecladista (Felipe) y su polola, la chica. Los cuatro nos despertamos a la hora de la coyoma.
Se suponía que haríamos un asado o algo, pero nadie apañó. Fue una mierda de día. Vimos tele, chateamos entre nosotros de pieza a pieza... ¡NADA LOCO, NADA!
Qué mierda. Verano culiao.
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